lunes, 3 de julio de 2017

El arte del jardín japonés y su simbología oriental

 http://plantas.lapipadelindio.com/jardin-paisajismo/jardin-japones-simbologia-oriental

Simbología oriental del jardín japonés.

  • Agua representada en color negro: es el elemento de vida que
    acumula energía y supera obstáculos.
  • Arena blanca: es el símbolo de purificación, cuya práctica se remonta a tiempos antiguos.
  • Bambú y césped: revelan el poder de la elasticidad.
  • Camino: se crea como guía que nos invita a entrar al jardín; no es solamente un elemento de diseño.
  • Cerezo: representa el aspecto efímero de la vida. Damero: es la síntesis de los pinos negros y rojos japoneses.
  • Grava: imita las ondas del mar. Grulla: es la típica ave japonesa.
  • Isla y montaña: representan la felicidad.
  • Linternas de piedra y musgo: realzan la esencia óptica de los jardines.
  • Pez carpa: simboliza la longevidad.
  • Piedritas: simbolizan el mar; las piedras planas juntas, la corriente del agua.
  • Pino: representa la estabilidad.
  • Plantas: anuncian la llegada de cada estación del año y nos dan lecciones de vida. Puente rojo: une figurativamente el mundo de los hombres con el de los dioses.
  • El rojo: simboliza el infinito.

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 http://espores.org/es/jardineria/jardins-en-clau-zen.html

La gravilla será la gran protagonista de los jardines secos aunque aparece en todos los jardines japoneses, extendiéndose sobre una superficie y marcada con lineas de trazados casi infinitos. Aunque generalmente simbolizan el agua o el mar, también se asocia con la niebla o la paz en la mente, y amontonada simboliza una montaña o una isla.

Otros principios a tener en cuenta son la triangularidad, que además de tener una línea religiosa genera equilibrio entre las partes. Por eso, los grupos de árboles o de rocas han de circunscribirse en un triángulo imaginario.

Si nuestro jardín tiene grava, las líneas de la misma deben hacerse teniendo en cuenta que las líneas perpendiculares crean tranquilidad, las diagonales tensión y las curvas sirven para suavizar. 

Jardines de contemplación, se trata de los jardines popularmente conocidos como jardines Zen y también reciben el nombre de jardines secos o Kareasansui. Visualmente hablando, se componen de un amplio campo de arena, gravas o rocas de calibre pequeño, y de elementos vegetales estratégicamente colocados. Estructuralmente, es una extensión poco profunda que también puede contener ocasionalmente hierba, musgo y otros elementos naturales. El nombre de Zen viene  porque son utilizados como lugar de meditación por los monjes Zen japoneses.
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 http://www.velasfanales.com/jardines_zen.html


Elementos para un jardín zen

Arena blanca o normal. Neutraliza los malos pensamientos, las actitudes y emociones negativas, creando un ambiente de tranquilidad y serenidad. Un espacio de arena perfectamente alisado representa la inmensidad del mar. Los surcos pueden simbolizar los diferentes caminos que emprendemos en la vida.

Piedras. Representan los obstáculos o las experiencias de la vida. Las que son irregulares y asimétricas contienen una mayor carga de energía. En la filosofía Zen nada pasa por casualidad y todo tiene una causa y un efecto. En un plano físico, representan las montañas.

Cuarzo. Pueden recibir, almacenar y transmitir energías positivas y generan armonía. Su transparencia está relacionada con valores como la sencillez, la humildad y la modestia.

Conchas o caracoles. Nos ponen en contacto con el mar y nos recuerdan su presencia. Representan la tranquilidad y la paz que se percibe ante la presencia de un mar en calma y el rumor constante de sus aguas.

Velas. Ayudan en muchos procesos de meditación creando ambientes que propician el relajamiento. Sirven para iluminar el jardín con una luz sedante y natural. Dentro del jardín pueden colocarse pequeñas velas y aromáticas.

LA BELLEZA DE UN JARDÍN ZEN ES INVISIBLE porque solo se revela cuando observamos en silencio meditando en nuestro ser interior, la relación que cada objeto tiene, las figuras que se van formando, los elementos que se integran en este momento la mente cesa de estar limitada, abrimos la puerta a la imaginación, dejando que los objetos de la naturaleza nos revelen lo que queremos expresar.

El Jardín Zen le permite descansar a nuestra mente, concentrarla en un solo punto, tranquilizar la ansiedad, la angustia y los medios, podemos cambiar su forma infinidad de veces retirando las rocas, alisando la arena, colocando nuevamente todos los elementos y trazando los surcos que representan nuevas oportunidades, para continuar en nuestro sendero, resulta muy ameno, cautivante, relajante, resulta ser una herramienta de terapia mental, al mismo tiempo que es una expresión profunda de nuestro ser interior, nos da la oportunidad de renovarnos conociendo cada experiencia por la cual hemos pasado,

EL JARDIN ZEN ES UN REFLEJO DE NUESTRO JARDIN INTERIOR EN LA BUSQUEDA DE LA IMAGEN DEL EQUILIBRIO LA ARMONIA Y LA PAZ INTERNA.

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